EL IMPRESIONISTA NORTEAMERICANO
Por Ignacio Gutiérrez Zaldívar
Sin duda el impresionismo es el movimiento artístico que más ha influido y durado en la pintura universal. Los grandes marchands franceses lograron sobrevivir gracias a sus ventas en Estados Unidos y muchos fueron los pintores americanos que adoptaron dicho estilo de pintura al aire libre. En Giverny (Francia), hay un museo donado por el coleccionista Terra donde se puede ver la cantidad de americanos que viajaron allí para “contagiarse” de Claude Monet.
El más grande impresionista norteamericano fue William Merritt Chase (1849-1916), nacido en Indiana en una familia de marchands de arte. Desde niño trabajó en la tienda con su padre, y con el tiempo va a Nueva York a estudiar. Al poco tiempo la familia tiene una quiebra económica y se instalan en Saint Louis donde va el artista quien es sostenido por los coleccionistas locales y viaja durante dos años por Europa.
Estudia en la Academia de Arte de Múnich, donde años después estudiaría Fernando Fader, y viaja a España donde se deslumbra con Velázquez y en Roma con el genial Mariano Fortuny.
De vuelta en Nueva York se dedica a la enseñanza y crea su taller en un edificio de la calle Décima donde había trabajado Albert Bierstadt, el famoso paisajista, a la manera de Fortuny hace un lugar lujoso con muebles, pájaros disecados, telas y mantones que se convierte en lugar de reunión de los artistas.
Muchas de sus 500 pinturas son retratos de dos de sus hijas, a una de ellas le puso Velázquez de nombre, tuvo 8 hijos y era uno de los personajes más originales de Nueva York por su vestimenta y excentricidades. Fue amigo de Sargent y de Homer, también del español Sorolla.
Fueron sus alumnos Georgia O’Keeffe y Edward Hopper y los llevaba a pintar al aire libre.
Tanto al óleo como al pastel es la obra que prácticamente solo se ve de él en los museos americanos. Grande fue mi sorpresa cuando me encontré con una retrospectiva de su obra en Venecia hace tres años con 80 pinturas.
Son una buena inversión los artistas impresionistas americanos como Sargent, Hassan, Benson, Cassatt, Whistler y Chase, en 30 años sus valores subieron un 130% solamente y en los últimos tres años han bajado un 33%.
No aparecen buenas obras a la venta y por ejemplo la semana próxima se vende un paisaje de Chase de 25×35 cm con una base de 30 mil dólares. Igualmente alguna obra se ha vendido en grandes cifras, como una mujer frente al espejo que con una base de un millón llegó a 6.650.000 y algún paisaje con niñas que llegó a los 2.200.000 dólares, pero lo normal es que se vendan en mucho menos.