Por Ignacio Gutiérrez Zaldívar
Gran demanda hay para los artistas que han trabajado en Francia. Sin duda es el país que mejor ha desarrollado el turismo cultural y siempre hay nuevos museos e infinidad de exposiciones para disfrutar.
París es algo fuera de serie, con el inabarcable Museo del Louvre, la maravilla impresionante del Museo de Orsay, el Marmottan Monet, el Petit Palais, el Museo Picasso, el Rodin, el Moreau, el Bourdelle, el Maillol, las esculturas en los parques, el Pompidou (ahora cerrado para repararlo). En fin, ¡vale más que una misa!
Francia nos ha dado a Cézanne, Degas, Renoir, Monet, Manet, Delacroix, Courbet, Pissarro, Corot, David, Toulouse-Lautrec, Daumier, Millet, Bonnard, Vuillard, Denis, Rosa Bonheur, Berthe Morisot, Moreau, Gérôme, Ingres, Gauguin y Henri Rosseau, entre otros.
Curiosamente el artista más famoso del mundo vivió la mayor parte de su vida en Francia y en 1940 solicitó la ciudadanía francesa y se la negaron… Todos los años se venden unos 600 millones de sus obras y eso es más que lo que venden todas las casas de subasta en Francia. Más quisieran que Pablo Picasso fuera ciudadano francés ahora. Ya son 5 las pinturas del malagueño que se han vendido públicamente en más de 100 millones, aunque estimamos que hay otras tantas en ventas privadas. En el 2021 su retrato de Marie-Thérèse se vendió en 103 millones y fue la más valiosa del año en subastas. En Francia no tiene mayor mercado ya que el 62% de sus obras se vende en Estados Unidos y el 31% en Gran Bretaña.
Es muy raro que salgan a la venta obras de Gustave Caillebotte. En el 2020 no apareció ninguna y el año pasado fueron cuatro, con récord de 53 millones por el hombre en el balcón que compró el Museo Getty de Pasadena, California.
Muchos buenos artistas chinos emigraron a Francia y ahí realizaron sus mayores obras. Chu Teh-Chun es muy apreciado y sus compradores son asiáticos (los mayores precios se logran en Hong Kong). Por una obra de 1986 se pagaron 29,5 millones de dólares, su cotización ha subido 20 veces en 20 años. El otro muy codiciado es Zao Wou-Ki por el que se han pagado 21 millones de dólares, también en Hong Kong, y su cotización ha subido 12 veces en 20 años.
Es un milagro el francés Pierre Soulages (102) que sigue activo y el año pasado se duplicó el mayor precio de su obra al venderse una pintura en 20 millones de dólares, el 60% de sus obras se venden en Francia.