Por Ignacio Gutiérrez Zaldívar
Posiblemente sea la próxima semana la más importante del año para el mercado de arte. El martes 11 comienza el baile con venta de Christie’s que busca 50 millones por una pintura de Basquiat (1960-1989), realizada cuando tenía 22 años. Mide 200×190 cm y los candidatos son un japonés o unos hermanos que tienen un hotel-casino en Las Vegas.
Hay de premio consuelo otro por el que se piden 10 millones. Lo mismo vale un chorreado multicolor del alemán Richter y una “araña” de la escultora Louise Bourgeois, que busca nuevo dueño, en 5 millones.
Son 39 los lotes millonarios que buscan comprador. Más importante es la venta del jueves donde los mayores lotes tienen garantía de venta, otorgada por la casa de subasta. Una puntillista miniatura de 15×25 cm, boceto de una parte de la obra mayor de Georges Seurat (1859-1891), permanece en una colección de Boston hace más de 90 años, y por lo menos habrá que llevar 8 millones para ponerla en la mesa de luz o en la biblioteca junto a las fotos de la familia.
Muchas obras de mujeres artistas. De la estupenda Lee Krasner, injustamente relegada por la fama de su marido Jackson Pollock, se piden 6 millones por una bellísima obra. Por otra de Joan Mitchell, hay que pensar en pagar 10 millones y estar al día con el “tributo a las grandes fortunas”. Por una no muy linda escultura de mi admirada Barbara Hepworth hay que hablar de 3 millones.
Por un azulado y oscuro Mark Rothko, que dicen fue su última obra, y que fuera comprada por el coleccionista Paul Mellon, se habla de 25 millones.
Dicen los que saben, que el mejor año en la obra de Pablo Picasso fue 1932, y un retrato de su mujer Marie-Thérése puede venderse en más de 50 millones. Por un “brumoso” y casi abstracto Claude Monet, pintado desde su habitación en el hotel Savoy de Londres, se habla de 35 millones. Pero mi favorito es un Van Gogh, de 1888, para el que necesitaré un crédito a baja tasa de 30 millones de dólares.
Sotheby’s arranca el miércoles 12 con 34 lotes y un importante Basquiat de 40 millones, también un “pizarrón” garabateado en Roma por Cy Twombly de un precio semejante.
Curiosas son las dos pinturas hiperrealistas de Jeff Koons, una perfecta para un cabaret con una misma rubia en cuatro posiciones y un juguete inflable que han tasado en 5 millones.
Pero el plato fuerte son unas 20 pinturas de la texana Anne Marion, quien falleció hace un año y coleccionaba desde obras del renacimiento hasta modernas como los Lichtenstein, Warhol, Diebenkorn, Still y Richter, que se cotizan promedio en 20 millones.Hay nervios, pero también optimismo en esta semana fundamental del mercado.
