Por Ignacio Gutiérrez Zaldívar
Siempre, y con buen criterio, las bases o estimaciones son bajas en los remates con la intención de atraer a gran cantidad de oferentes. Incluso las rematadoras, cuando no ven candidatos sólidos, nos llaman a los vendedores para bajar las bases (nunca para subirlas).
En el primer trimestre las ventas han sido normales y con estos números serán bajas con relación al 2021.
Las casas de subasta han decidido poner bases enormes para recaudar más. Anuncian un Andy Warhol, del cual hay al menos 5 iguales y que han sido vendidos entre 15 y 17 millones, con una base de 200 millones. Es la foto de una película y mide 100×100 cm. Es propiedad de una fundación suiza de los hermanos Ammán que eran importantes marchands. La mostrarán en tres continentes y esperan que aparezca un loco que esté furioso con el 8 por ciento de inflación anual en USA (acá se hubiera suicidado).
También saldrá a la venta un bronce que es el busto de Fernande, la amante de Picasso, realizado en 1909. El original es en terracota, y en bronce hay más de 30 copias o réplicas, mide 41 cm de alto y es del museo Metropolitan de Nueva York, que acaba de recibir otra idéntica en donación. La mejor venta de este bronce fue en 5,5 millones y la pieza provenía de Ambroise Vollard, el marchand del malagueño. La ofrecen en mayo en 30 millones.En Inglaterra no otorgan aún permiso a la salida de un estupendo Sir Joshua Reynolds que fue vendido hace poco en 18 millones y ahora lo tasan en 68 millones. Hasta julio hay tiempo para que los británicos junten el dinero y se queden con el Rey de Hawái, modelo del exótico retrato.
Son ejemplos de una estrategia que no comparto y que si fracasa creará pánico en el mercado.