por Ignacio Gutiérrez Zaldívar
La realidad del mercado de arte en diciembre de 2019, es la mejor cara que tendrá el mercado de arte frente a lo que acontecerá durante la próxima década o bien en los próximos 7 años de vacas flacas. Cuando las cosas se normalicen, algo que no tenemos la menor de idea de cuándo ocurrirá, veremos que de los participantes del mismo quedan, con suerte, la mitad de ellos y algunos simplemente para liquidar las escasas tenencias que tienen en sus locales, por lo tanto los vendedores y promotores serán muchos menos.
Los precios bajarán porque hay muchos con necesidad de estar líquidos para pagar lo que deben a los artistas, sueldos, alquileres, impuestos y vicios entre otras yerbas.
Los compradores serán menos y además no tienen certeza del precio justo e incluso, como su capital se achicó en un buen porcentaje, no tiene el ánimo para comprar nada en especial.
Las galerías de arte con suerte serán la mitad de las que había y si tenían 4 empleados ahora tendrán la mitad.
Las casas de remate harán menos subastas y buscarán encontrar alguna referencia para poder tasar aquello que les confían para vender, sería interesante que utilicen los buenos locales que poseen para también hacer exposiciones de arte y así fomentar el arte local que es el que más alegrías les da en las últimas décadas, veo que Roldán y Azur lo hacen y pienso que todos pueden hacerlo y sería algo muy bien visto por la comunidad cultural sin duda. Solamente necesitan 90 días sus salones para las tres subastas que realizan anualmente. Las grandes casas de remates lo hacen con gran éxito.
Muy bueno sería que el Banco Ciudad volviera a tener el peso y la importancia que tuvo en el pasado. Muy importante deberá ser la participación del Estado en la difusión y el apoyo al arte nacional, tanto los museos como los centros culturales deben ceder sus espacios para que expongan los artistas contemporáneos nacionales, que son de primer nivel y que ante las pocas galerías de arte que quedarán no tendrán facilidades para mostrar las obras inéditas que producen, esperemos que no se demoren los fondos para terminar el arreglo del Palais de Glace, lugar extraordinario para mostrar arte. El Fondo Nacional de las Artes debe activar el movimiento de sus fondos y entregar préstamos a baja tasa y otras ventajas a nuestros artistas.
La difusión y venta del arte será en gran parte on-line ya que no genera grandes gastos.
Uno de mis hermanos me hizo notar que en mis últimas notas había perdido mi característico optimismo, sin duda debe tener razón, hoy me siento con ESPERANZA, en todos los ordenes de la vida estoy seguro que buscando la excelencia y amando lo que uno hace se llega a los éxitos, hace 44 años que me dedico full-time a difundir el arte de los argentinos y creo que esta nueva crisis permitirá el reacomodamiento definitivo de algunas áreas de nuestra vida cotidiana y pienso que el ARTE es una de ellas y las nuevas generaciones no repetirán los errores que la nuestra por estulticia ha cometido.
Ahora sin duda, ARGENTINOS A LAS COSAS.